sábado, 29 de octubre de 2022

NUESTRO APOYO PARA CON EL CRISTO DE LOS TOREROS

La imagen se hallaba en el rellano de la escalera del parador San Juan de Dios
Foto Ventura, años 50 (s. XX)

Creemos que la imagen del llamado Cristo de los Toreros, podía
ocupar un lugar en la plaza de toros, aunque no la antiquísima escultura   

Nuestro “cérrimo” ubetense Eduardo Jiménez Torres, está promoviendo una campaña que consiste en que el Cristo de los Toreros que hay en una capilla del claustro de la basílica de Santa María de los Reales Alcázares, ocupe un lugar en la plaza de toros para que los diestros, antes de hacer el paseíllo, pasen ante esta imagen y recen sus oraciones; de este modo los bendiga y proteja durante la lidia.

Sabemos de la capacidad que tiene nuestro paisano, Eduardo, para conseguir lo que se propone a base de perseverancia. Recordemos que Úbeda, nuestra ciudad patrimonial, siempre ha celebrado la festividad de San Miguel con una misa en el día de su onomástica; sin embargo, no había una imagen que fuera sacada en procesión para dar mayor relace en este día al que es nuestro patrón –al menos- desde comienzos del siglo XVI.  

Por fin y gracias a la colaboración de muchos ubetenses, pero principalmente al tesón de Eduardo Jiménez, al que Úbeda siempre le estará eternamente agradecida y su nombre quedará unido por los siglos de los siglos a la historia de este acontecimiento, pudo hacerse realidad este anhelo en el año 2001. Posteriormente y tres años después, se consiguió una nueva imagen que es la actual.   

Pues bien, ahora dicho personaje y amigo de nuestro colectivo, se halla en otra empresa como hemos comentado al principio de este escrito y aquí viene nuestra postura.

En primer lugar, dejar claro que la idea es buena, pero con matices, al menos bajo nuestro criterio. Supongamos (sólo supongamos) que la imagen de piedra del Cristo de los Toreros se decide que ocupe un lugar en la plaza de toros. Pensamos que el mejor sitio sería en las dependencias de la enfermería, más o menos. ¿Qué harían los matadores al llegar a la plaza si les apetece pasar ante esta imagen? Atravesar por el burladero para llegar a esta capilla que se encuentra por la otra puerta y luego volver –otra vez por el burladero- al patio de cuadrillas. Pensamos que no lo haría ninguno, dado que los que son creyentes, llevan su propia y particular capillita ambulante cuando van de hotel en hotel y de ciudad en ciudad. Luego ¿qué pasaría?, ¿permanecería la escultura allí durante todo el año hasta la próxima corrida y que algún diestro decida visitarla, o tal vez llevarla todos los años a la plaza de toros durante los días de feria, o puntualmente cuando se celebre en el coso de San Nicasio un espectáculo taurino? Creemos que lo más sensato es dejar esta antiquísima talla de piedra policromada en su capilla de Santa María donde estaría mejor cuidada y para que durante todo el año los devotos, que los tiene, se acerquen a la verja y le recen contemplando su ajado rosto.

Ahora bien, desde aquí nuestro colectivo alza la voz para aportar una idea intermedia. En una pared pétrea del patio de cuadrillas y en un lugar apropiado, se podía instalar una reproducción fotográfica de esta imagen sagrada en un habitáculo a modo de pequeña hornacina, con tejadillo y flanqueada por dos farolillos de forja. Bueno, si se cuenta con un presupuesto adecuado, también se podría pensar en instalar un azulejo con la figura del mencionado Cristo. De este modo, el conocido Cristo de los Toreros, estaría a la vista y muy cerca de todos los que hacen el paseíllo antes de comenzar la corrida de toros.

Recordemos que el sobrenombre de este Ecce Homo, le sobrevino cuando desapareció el convento-hospital de San Juan de Dios –de donde procedía esta imagen- y se convirtió en hospedería desde mediados del siglo XIX hasta mediados del s. XX. 

sábado, 22 de octubre de 2022

MARCHA SOLIDARIA PARA LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA EN ÚBEDA

 


Hoy sábado ha tenido lugar una marcha solidaria con motivo de la lucha y el Día Internacional del Cáncer de Mama que se celebró el pasado 19 de octubre. Tras recorrer algunas calles céntricas de la ciudad, la comitiva rosa desembocó en la plaza 1º de Mayo. Allí se dieron varios comunicados y se ofrecieron clases de bailes latinos impartidos por profesoras locales. Posteriormente se pudo degustar una paella solidaria. Todo con el respaldo y apoyo de varias instituciones, sobre todo del Ayuntamiento de Úbeda. 



sábado, 24 de septiembre de 2022

LOS CARTELES PUBLICITARIOS NO FORMAN PARTE DEL ENTORNO

 

Cuando se publicita un acto o evento, los carteles que ocupan la vía pública, 

deben ser retirados nada más pasar el acontecimiento 

En las recién pasadas fiestas en honor a nuestro patrón San Miguel, la programación cultural y lúdica se ha multiplicado. Para dar cumplida publicidad a muchos de los actos previstos, se suelen editan numerosos carteles que pululan por escaparates, farolas y también en vallas publicitarias asignadas para tal fin. Esta publicidad o cartelería, va desapareciendo con la retirada de las mismas o el solapado posterior de las que le preceden.

Sin embargo -y aquí viene nuestra reivindicación- hay otros carteles que ocupan parte de mobiliario público, principalmente los que van adheridos a los postes del alumbrado y algunos que –incluso- se atreven a pegarlos en las fachadas de edificios particulares. Y decimos esto porque suele ser bastante frecuente que, cuando pasa el evento anunciado, un buen número de estos anuncios se quedan allí olvidados dando muy mala imagen y ofreciendo un aspecto de suciedad. Mala imagen porque, sobre todo los de los toros, van adheridos a cartonajes y con el viento o la lluvia, quedan destrozados recostados en su poste; porque si se destrozan y caen a la vía pública, los empleados del servicio de limpieza los retiran, pero si aún están asidos al pie de la farola o pegados a la misma, esos permanecen inertes allí durante muchos días y hasta varias semanas. (Este proceder solía ser muy común en pasadas ediciones). Y no sólo nos referimos a los de los espectáculos taurinos, sino también a los del circo, similares o eventos puntuales.

Y viene al pelo esto que aquí denunciamos públicamente porque, desde mediados de abril, es decir, desde hace seis meses con sus ciento ochenta días, todavía queda un cartel expuesto y solapado a una farola en la calle Picasso anunciando un espectáculo de dinosaurios, que, para colmo de males, se llevaba a cabo en otra localidad de la provincia. Todo ello sin hablar del coetáneo que está pegado debajo anunciando el espectáculo de El Libro de la Selva, que aún pulula por muchas farolas y fachadas de los edificios de las inmediaciones.   

Simplemente queremos decir con esto que, del mismo modo que se colocan estos carteles, luego los deberían retirar sus responsables nada más pasar el acto o evento y no queden allí expuestos y ajados formando parte del entorno. 

martes, 13 de septiembre de 2022

LAS MARCAS DE LOS CANTEROS O MARCAS DE CANTERÍA

 
La marca de cantería era la firma que los canteros hacían

en las piedras que habían labrado para luego poder cobrar

Con el presente trabajo queremos dar a conocer ciertos detalles curiosos que poseen algunos de nuestros monumentos, los cuales hemos creído que pueden interesar al lector, o a algunos lectores. Nos estamos refiriendo a las marcas de cantería, la firma o el sello de identidad de los canteros.

Las marcas de cantería, como su nombre indica, eran el sello que cada cantero, de siglos atrás, tenía para señalar la piedra que él elaboraba, pues debemos pensar que en la construcción, unas veces se tallaban a pie de obra con la piedra que sacaban del mismo solar al hacer el hueco para las cantinas o sótanos y el resto de ellas se traerían de las canteras existentes en las inmediaciones ya desbastadas y pulidas; todo ello para agilizar la carga de los carros y las bestias.

Pero como para la construcción de los edificios era necesaria una gran cantidad de sillares, era preciso contar con una o varias cuadrillas de oficiales canteros, las cuales debían trabajar a destajo y por tanto cobrarían por los sillares terminados. Cuando se trabajaba de ese modo, se hacía necesario que cada cantero (o cuadrilla) labrara su marca en la piedra dado que era la mejor y más eficaz manera de poder demostrar las piedras que cada cual había tallado. Así bien, si el responsable de la obra para contar las piedras marcadas y proceder a su pago, pasaba cada equis tiempo, lo más acertado era dejar las marcas al descubierto. Con dicho símbolo, también se podía comprobar quién era el ejecutor y su calidad.  

En estos edificios históricos (nos referimos a los ubetenses que son los que más cerca tenemos), también existen gran cantidad de piedras que no se les ve la marca. El motivo puede deberse a que la tengan grabada en una de sus caras ocultas que era lo más frecuente. Ante estas aceptaciones, habrá quiénes se pregunten el porqué hay otros monumentos o edificios que no tienen en sus fachadas piedras marcadas. Pensamos que esa pregunta podríamos aplicar –al menos- dos respuestas. Por un lado estarían aquéllos promotores que no les gustaría lucir en las fachadas dichas marcas y procurarían –por lo tanto- que quedasen siempre ocultas. También podemos abordar la idea de que todas las piedras de cantería empleadas en dicho edificio, fuesen labradas en un mismo negocio o entorno familiar y en ese caso no haría falta señalarlas con sello alguno.

Lo que sí podemos constatar es que, la costumbre de marcar las piedras, se hizo en Úbeda en diversos periodos, pues las hallamos en edificios de distinta época y estilo, como son las que lucen en las fachadas norte y poniente de la iglesia de San Pablo, en los arcos de herradura de la Casa Mudéjar, en el arco del mismo estilo de la Puerta del Losal, en las ruinas de la iglesia de Santo Tomás Cantuariense, en el Torreón Octogonal de la Co­rredera (o torre de las arcas), en el Palacio de Francisco de los Cobos y en la Casa de los Del Río, sita en la calle Cuesta del Losal, nº 16.

En el edificio del Palacio de los Cobos, las piedras de su fachada están marcadas con números y letras, y las de la Casa de los Del Río, sólo con números. Por otro lado, los sillares de San Pablo, Casa Mudéjar, Torre Octogonal y ruinas de Santo Tomás, tienen unos signos de figuras geométricas marcadas con el cincel o el buril. Hemos comprobado que, en ocasiones, también señalaban el lugar y la posición que el sillar debía tener en la construcción. Algunas de estas señales o marcas, son muy simples, sin embargo existen algunas bastante curiosas y complejas.

Tanto de unas como de otras, las traemos a colación para que sean conocidas y de paso para que quede constancia de su existencia.

Por último y para finalizar este artículo, queremos decir también, que hay quienes ven en estos signos un sentido mágico y exotérico, que puede tenerlo en algunas ocasiones; sin embargo, nuestro colectivo no es muy amigo de la fantasía ni de complicar las cosas. Por ello, nos quedamos con la versión dada.

A propósito. No hace mucho, en unas de esas visitas guiadas por Úbeda durante las pasadas fiestas del Renacimiento a las que asistió algún miembro de nuestro colectivo, la guía afirmó que las marcas de la fachada del palacio de Francisco de los Cobos estaban a la vista porque no importaban (cuando lo normal era que no se vieran), dado que la fachada debió estar forrada con mármol. Y esa afirmación, tal cual, no es muy acertada, porque algunos de los asistentes se lo creyeron a pie juntillas y así lo trasmitirán a los de su entorno deformando la historia.



miércoles, 31 de agosto de 2022

CABAÑUELAS PARA LA COMARCA DE ÚBEDA. "ESCASEZ DE LLUVIAS EN OTOÑO"


Alfonso Medina ha terminado de confeccionar sus cabañuelas y nos las ha hecho llevar, como viene siendo costumbre en él. De este último cuatrimestre destacamos la escasez de precipitaciones que vaticina, cuestión de la que dice preferiría equivocarse, pero continuamos con una muy que preocupante sequía. También nos deja una máxima que encabeza el almanaque: "El agua es vida, hay que cuidarla y no derrocharla". También nos dice, en tono más jocoso, que el agua va a llegar a valer más que el propio dinero. Deseamos desde aquí buena suerte a nuestro particular y peculiar cabañuelista en la nueva etapa de su vida que va a emprender a partir del 9 de septiembre.   

 

jueves, 30 de junio de 2022

SOBRE LAS VIDRIERAS DE SAN NICOLÁS, TAN NECESARIAS EN SU PORTADA GÓTICA

Portada de San Nicolás, año 1913. 
Fragmento foto de Enrique Romero de Torres

La fachada gótica de San Nicolás debió tener, en origen, unas pequeñas ventanas ojivales por las que entraba muy poca luz al templo. Todo apunta que, a finales del siglo XIX ¿?, se quiso dar solución a ese problema de iluminación y se abrieron sendos huecos en los lugares de la fachada más apropiados, sin tener en cuenta la armonía arquitectónica del exterior ni tampoco del interior.

Aspecto de la fachada antes de la colocación de las vidrieras
Foto JASA

Esos ventanales se cerraron con unas cristaleras trasparentes de casetones cuadrangulares, las cuales fueron sustituidas entre los años 1998 y 1999 cuando se llevaron a cabo unas importantes obras de restauración en el templo. Parece ser que su nueva fisonomía iba a ser provisional y viendo que el tiempo trascurría si acometerse ninguna trasformación, los “Caballeros Veinticuatro” reivindicamos en algunos medios su reposición con vidrieras. 

De cómo surge la idea de las nuevas vidrieras

Cuando se cambió el viejo farol que había en la capilla de la Soledad, junto al arco del Losal tras la última intervención, los empleados el ayuntamiento se lo entregaron a nuestro caballero Mercader. Éste, pensó dárselo al párroco de San Nicolás con el que había estado charlando un poco antes, precisamente cuando se dirigía hacia la Cuesta del Losal. Bien, pues a la vuelta y con el farol en la mano, se encontró de nuevo a don Alfonso y le ofreció el farol de latón que él cogió de buen grado para adecentarlo y darle algún uso. De nuevo comenzaron otra charla a propósito de la cubierta del tejado que estaban reconstruyendo en una parte de la iglesia.

Al hilo de esto, nuestro caballero le preguntó si habría en el presupuesto alguna cuantía que se pudiera destinar para realizar unas vidrieras decentes y ponerlas en los dos ventanales de la fachada principal, que por cierto, destacaban muy mucho pero por su excesiva sencillez. El párroco también manifestaba estar de acuerdo en que esos ventanales desentonaban con la construcción gótica de la fachada sur del templo y le propuso a nuestro caballero, diciéndole: ¡A ver si encuentras a alguien en Úbeda que realice vidrieras, quedamos aquí y que haga un presupuesto! Y así fue, nuestro Mercader se puso manos a la obra y consiguió contactar con la única artesana de este tipo que (al parecer) hay en nuestra ciudad.

Pues bien, pasadas unas semanas, de nuevo quedaron ante la puerta de San Nicolás, el cura, la artista y el caballero veinticuatro. Ana, la artesana local de las vidrieras, presentó dos presupuestos y dos bocetos para ver cuáles de ellos se ajustaban mejor a la idea y también a la economía de la parroquia. Entre los tres vieron que el más elevado (o un poco más elevado), estaría en mayor armonía con el conjunto. Tras tomar las medidas exactas de los huecos y modificar del diseño original unos pequeños matices que irían mejor con el estilo gótico, ambas vidrieras quedaron encargadas para su ejecución. 

El párroco con la artesana de las vidrieras. Foto JASA

Tiempo después ya se encontraba el trabajo realizado y más tiempo después, ya se pudo encontrar un día en el que todas las partes que debían intervenir en su montaje, se pusieran de acuerdo. 

Trabajando en las vidrieras

Llegó el día de la instalación

Y llegó el ansiado día. Así bien, en la mañana del sábado 18 de junio, vísperas de la celebración de la festividad del Corpus, las dos nuevas vidrieras quedaron ubicadas en los ventanales de la fachada principal de la iglesia de San Nicolás. Aprovechando el elevador, también se hizo una limpieza de hierbajos en su fachada del poniente.  

Es de justicia dejar para la historia constancia de quiénes colaboraron o intervinieron para hacer posible que las dos vidrieras luzcan y aporten al bello templo un plus. En primer lugar, el párroco don Alfonso Garzón, por echarse para adelante y sufragar la obra; Ana Fernández, por ser la artista ejecutora de las vidrieras; Manuel Salamanca, cristalero de gran profesionalidad y trayectoria; la empresa Alquiser, por permitir trabajar con la cesta elevadora en un día de asueto; Francisco Javier Gutiérrez, vecino que se ofreció como pintor; la junta directiva de la cofradía de Las Lágrimas y por último nuestro caballero, que adquirió un autocompromiso con dicha iniciativa hasta ver finalizado el trabajo. Durante las cinco horas que tardó su montaje, se vivieron momentos muy intensos, dados los contratiempos  e imprevistos que surgieron, más el apremio de la celebración de una boda al mediodía.  




sábado, 28 de mayo de 2022

¡¡SOCORRO, QUE VIENEN LAS ELECCIONES!!

 
Horadaciones en las piedras del Mercado de Abastos

Si algunas de nuestras piedras hablaran, este sería su grito de

pánico y desesperación que exhalarían ante unas inminentes elecciones

Suponemos que esta situación debe de ser muy similar a la que experimentan los pavos o los langostinos cuando se aproxima la Navidad, porque cuando llegan unas nuevas elecciones, son muchas piedras mudas de nuestro núcleo urbano las que padecen en sus carnes su llegada.

Y por qué decimos esto. Resulta que cuando se acercan las elecciones, ya sean europeas, generales, autonómicas o municipales, la colocación de los primeros carteles marca el punto de partida para el inicio de la campaña electoral. En otro tiempo, estos pasquines se pegaban en vallas y paredones de viviendas y solares deshabitados, hasta que un buen día el gobierno municipal de turno decidió, con buen criterio y aceptación por nuestra parte, el colocar tablones en lugares concretos y estratégicos diseminados por toda la ciudad en los que pegar los carteles publicitarios de cada formación política.

Y hasta aquí todo correcto.

Taladros en el muro perimetral de la SAFA

 El problema surge cuando, edición tras edición, los considerables taladros que se efectúan para colocar los correspondientes tacos de gran calibre y poder colgar dichos tableros, nunca coinciden de una vez para otra, por lo que se originan otros nuevos agujeros y las piedras de sillería que los soportan tienen marcadas en su piel decenas y decenas de orificios, algunos luciendo los tacos de plástico aún incrustados de heridas anteriores. Si estas piedras o estos muros se pudieran reponer con facilidad, no causarían ningún perjuicio de gravedad, sin embargo si esas piedras y esos muros pertenecen a edificaciones secundarias aunque con años de historia tras de sí y no se pueden reponer o no se reponen con facilidad, el daño que se va originando es cada vez mayor y más notable, al menos para los que amamos las piedras de Úbeda. En este sentido, principalmente nos duelen las piedras horadadas en los muros del mercado de abastos, las de la valla perimetral del colegio de la Sagrada Familia, las de la Avenida de La Loma y las de muchos sitios más.  

 Nosotros no somos técnicos en la materia para colocar dichos paneles, pero creemos que con un mínimo de sentido común se podían acoplar, en estos mismos lugares, unos anclajes definitivos en los que irían siempre ubicados los tableros de madera y así se evitarían hacer más y más agujeros a las piedras, unas piedras que por desgracia –como en este caso- aguantan todo lo que le hagan, aunque sea para agujerearlas.

 Ojalá y así lo deseamos, que dentro de unos dos años o cuatro años, no tengamos que volver a publicar un escrito como este para defender nuevamente a las que no tienen voz, nuestras –casi centenarias- piedras de Úbeda. 

Marcas en el muro de la Avenida de La Libertad