Nuestro colectivo ha denunciado en más de una ocasión, la caótica situación
en que se encuentra este enclave y el histórico inmueble
A comienzos del pasado mes de septiembre, se produjo
un incendio que afectó a varias huertas de las faldas de Úbeda y también a la
casa conocida como la del Capitán Cotrina. Desconocemos si el fuego fue
fortuito o intencionado, pero la verdad es que vino a horadar la maltrecha
fisonomía y estructura de la mencionada casa. En esta edificación se levantó en
su día una tenería y en los bajos y sótanos de piedra de sillería, aún se conservan
vestigios de aquel tiempo.
Para sofocar el fuego
mencionado, se requirió le presencia de los bomberos. Sin embargo, tras su
actuación y la de una máquina retroexcavadora, hemos comprobado que ha sido desmesurada
la intervención allí empleada, dado que para tronchar unos árboles que no se
incendiaron, ha quedado deteriorada la verja de hierro en varios de sus tramos
y los mencionados árboles volcados sobre las ruinas de lo poco que se mantenía
en pie de mencionada mansión. Vamos, que fue peor el remiendo que el “descosío”.
La citada finca tiene
un valor histórico y tenía cierto valor arquitectónico que poco a poco se ha
ido degradando y que en varias ocasiones hemos denunciado los componentes de nuestro
colectivo. Creemos, que ni los propietarios del inmueble y ni las autoridades
municipales, han hecho lo suficiente para que esto no ocurra.
En dichas proclamas
manifestamos y expusimos nuestras propuestas al respecto. En este enclave, que
se halla en un lugar estratégico para dar la bienvenida a muchos turistas que
se acercan hasta nuestra ciudad para contemplar su patrimonio artístico, se
podía hacer un centro de interpretación o un punto de información turística, incluyendo
la venta de algunos productos de la tierra e incluso la posibilidad de hacer
unos aseos tan necesarios por la zona. Y de paso, se podían poner en valor las
cantinas y habitáculos donde otrora se manufacturaban las pieles, tarea esta
que durante siglos se ha venido realizando en nuestra ciudad y por estos mismos
lugares; todo ello con paneles explicativos que ahonden en esa parte tan
desconocida de nuestra historia.
¿Y a partir de ahora
qué? –nos preguntamos. ¿Se van a mantener conversaciones con los propietarios
del inmueble? ¿Se va a llevar alguna intervención en este lugar? ¿Se sabe qué
se podía levantar aquí? ¿Se sabe si se abrirá de nuevo al tránsito la calle del
Príncipe, vía que linda con toda esta vivienda por la parte que da al sur?
Sobre
el capitán Cotrina
Hay quienes nos han preguntado que quién era ese capitán Cotrina. Pues bien, según los datos registrados por nuestro caballero Heráldico, este señor fue capitán de caballería y se llamó José Cotrina Dabel, natural de Alburquerque de la provincia de Badajoz. Él compró, en el año 1839, esta tenería llamada o conocida como la tenería de la Puerta del Baño en la que se molía zumaque, había tinajones, caldera, pelambres y casa de vivienda. El capitán la trasformó en un molino aceitero. Este militar también mando construir ocho viviendas colindantes a su casa, dentro de su propiedad y para dar casa –aunque sencilla- para las familias de sus trabajadores. “Las casillas de Cotrina” estuvieron habitadas en los últimos años por familias de etnia gitana hasta que se construyeron las viviendas sociales en la calle Federico García Lorca. Las mencionadas “casillas” desaparecieron en los años 80 cuando se hizo la ronda sur de Úbeda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario