Nos enfrentamos de
lleno a la postmodernidad, más manifiesta que nunca. El TODO VALE. La gente
sabe de todo y más que nunca. Más que los/as profesionales que salen en la
televisión informándonos cada día de la situación actual. También, son políticos,
legisladores y podría decir que muchos/as de ellos/as hasta podrían haber hecho
cursos en algún seminario. Tus amigos/as opinan. Tus vecinos/as opinan. Tu
familia opina; éstos los que más opinan o porque los escuchas más fuerte y más
de cerca. Todos/as opinan. Dictan. Todos/as dictan. (Realidad que encontramos
dentro del colectivo teatral a cada cosa que hacemos y más si cabe, dentro de
la estructura educativa). ¿Crítica constructiva?, eso no es postmoderno.
Crítica o podría ser incluso ataques que se hacen desde el “Yo tengo la razón”,
“Yo lo haría de otro modo”, “Eso no se hace así”, “Yo lo hago mejor”. Todos los
individuos, tienen una solución posible. La solución no la tiene nadie de forma
individual, ni nadie concreto. La tienen ellos/as, los/as que hablan, opinan, enjuician,
reitero, dictan.
El
gobierno, intenta plantear esta situación desde una mezcolanza entre la modernidad
y postmodernidad. Aplica un método que solo ha funcionado en China, pero es
obviado y observa a Italia, en una situación de peor calibre, pero con
paralelismo cultural, lingüístico y geográfico.
A
las 20:00 h. o en concreto, a las 19:58 h., sale la población española y creo
que alguna de otro país a hacer palmas por agradecimiento y solidaridad a todos
los cuerpos de profesionales tanto en la sanidad, en los servicios y en el
sector primario, que se están dejando su piel y exponiendo su salud y tiempo
para que a nosotros/as no nos falte lo básico, una atención sanitaria y cubrir
las necesidades básicas de alimentación. Un claro gesto y ejemplo de humanidad.
Este hecho es un símbolo de colectividad ante una situación individual. Se
genera una identificación. “No hay roles, no hay partidos”. Todo esto aderezado y endulzado con la
música. Canciones como la de Sobreviviré
de Mónica Naranjo o Resistiré del Dúo
Dinámico, “salen del armario”, para ponerse de moda y abanderarse como consigna
o himno de lucha, para lo que muchos/as han denominado como Tercera Guerra
Mundial. Aprovechando esta situación surgen otras iniciativas a las 21:00 h. o a las 22:00 h. para hacer
palmas por otras cuestiones que ya van rozando lo político.
El
terrorismo del miedo se ha instalado. Cuando se decretó el confinamiento a
partir del 14 de marzo, la muchedumbre incumbió en los supermercados y tiendas
de barrio para abastecerse de los productos que necesitase como geles
hidroalcohólicos, (o los componentes para su elaboración), papel higiénico o
algún bien de primera necesidad. Durante la primera semana se veía el pánico y
la incertidumbre en la gente. Ahora con el paso del tiempo, eso se ha
normalizado y no se agolpan por dejar limpias las estanterías de los
supermercados. El gobierno: “No habrá desabastecimiento” y así está siendo. Parece
que sí tendremos asegurado el papel higiénico mucho tiempo más.
Los
tecnócratas tratan de analizar la situación desde un perfil formado. Vemos que
en el caso del gobierno central, su posición
es más militarizada. Ruedas de prensa con la ministra, el experto en
salud y las fuerzas de seguridad (policía, guardia civil y militar). En otras
comunidades, los comunicados se hacen con periodistas y expertos en sanidad,
médicos, científicos, y responsables del gobierno. Muy diferente a la postura
mostrada en las ruedas de prensa por el gobierno de coalición en referencia a
otras comunidades autónomas.
La
información, como servicio de control y desinformación. Los medios abusan del
mantra “El coronavirus, infectados y fallecidos”. Una responsable de sanidad,
instó a que dejaran de hacer eso, porque solo conseguía quebrar la confianza de
los/as ciudadanos y generar más miedo, y la información era igual de poco
necesaria, por la desinformación y el descontrol que traspasa a la ciudadanía. En mi casa ahora mismo, los comunicados de las
15:00 h. en las noticias del medio día en España, se toman a modo frívolo por
la situación que hay. Viendo ya el número de muertos diarios y de afectados,
como una competición, pasando los fallecidos a ser puntos por cada país. Hoy,
750, hoy 862, hoy 815, hoy más que nunca, 960, etc…. Son personas, pero hoy más
que nunca, son números-cifras, no tienen sepelio ni despedida esos familiares.
Recuerda a otras épocas, unas muy lejanas y otras no tanto. Los/as griegos/as
ya hablaban de eso, desde el teatro con obras como Antígona, cómo enterrar a
tus muertos/as, si ni siquiera puedes despedirte de ellos/as.
La
educación también está pasando por un punto crítico. Hemos evolucionado y
cambiado en millones de aspectos pero el trasvase a educación telemática está
siendo un fracaso tanto a nivel docente, como de retroalimentación a los/as estudiantes.
Dejando en duda, si el/la estudiante está aprendiendo o no. Un pasatiempo
profesional y educativo. Cómo entretenernos para no perder el curso y ellos/as
poder tener sus horas de trabajo por la inspección cumplidas y seguir recibiendo
salario. Una situación difícil y crítica y creo que va a tener muchas
reflexiones.
La
escuela nunca ha sido postmoderna, hay corrientes que intentan encauzarla hacia
ese cambio y más en esta situación de obligado confinamiento en los hogares.
Pero no lo es, y seguirá sin serlo durante mucho más tiempo. Estudiamos con
lápiz y papel pero existen superordenadores, internet y cohetes espaciales.
Existe una dificultad aparente en el desarrollo cognitivo de enseñanza
–aprendizaje. Llamémoslo, desfase. No existe la retroalimentación (Feed-Back) directa
yreal con el aula presencial –aula magistral.
Los
vídeos de mantenimiento físico, que desde televisión o redes sociales nos
lanzan en campaña: “PODEMOS”. Cada uno/a piensa y ofrece la mejor o ideal
manera para pasar esta cuarentena en el mejor estado físico posible. Todos/as
piensan que su forma es la mejor. Antes, buscaba videos de ciertos ejercicios o
ciertas técnicas para poder practicar en casa y nunca tuve la oportunidad
(fallo en el sistema de formación), ahora tenemos saturación de información,
informal e imparcial. Cualquier persona puede ofrecer servicio y sistemas de
mantenimiento físico y algunas no tan buenas para tu salud porque no están
hechas por profesionales y las que sí lo están no saben qué público los está
viendo.Cada uno/a piensa que su forma es la mejor y su método el ideal para
esta situación.
Dentro
de todas las crisis siempre hay gente que gana. Todas las redes sociales que
nos mantienen en comunicación diaria y todas las conexiones “streaming”, (al
momento) como Youtube, Netflix, Filmin, HBO, o Facebook, Whatsapp, hacen que
sean sus mejores momentos económicos y ahora sí, poder tener un registro
perfecto de todos nuestros gustos y datos de consumo, cuando el capitalismo
vuelva a encender la maquinaria de arranque.
El
medio ambiente, es el único que está saliendo beneficiado en todo esto.
Igualmente, esa es una visión baladí del problema, por la situaciónactual no se
revierte por dos meses con las industrias paradas, son nuestros hábitos los que
tienen que cambiar después de esta situación. Por otro lado, la generación y
producción de los productos sanitarios de esta crisis, son muy tóxicos y
perjudiciales. Todos los desinfectantes, los hipocloritos de sodio (lejías)
repartidas en grandes volúmenes por todos los espacios públicos de todas las
ciudades de todo el mundo, eso va al suelo y al mar. Toda la cantidad de
mascarillas, guantes, batas y demás fungibles, que se desechan al instante y
cada día por volúmenes que mejor no saber las cantidades. Bien terminan en las
chimeneas de los hospitales, en vertederos sanitarios o en el mar.
Las
Artes (Cine, Teatro, Música, Literatura, Danza, Pintura) son las que nos están
permitiendo salir de la rutina de encierro y proporcionan la evasión desde
nuestros cuerpos y mentes al exterior, físicamente y emocionalmente desde
nuestras casas. Todas ellas, las más afectadas por esta crisis sanitaria
global. Las primeras que cancelaron sus espectáculos y seguramente las últimas
en reponerse de esta situación. Ensayos parados, producciones congeladas,
teatros vacíos. Costará sacar esta situación adelante. Los/as primeros/as
profesionales que ofrecen cursos y masterclass (clases magistrales) gratis, a
otras personas, simplemente por el hecho de aprender y no dejar de trabajar en
el oficio. Varios cursos online he realizado con profesionales del sector
altruistamente, y quien sabe, posibles estudiantes cuando todo esto acabe. El
hecho de que la sociedad vuelva a usar las artes como fuga de la realidad y sobrellevar
la situación sobrevenida, no es postmoderno, ni moderno, es ancestral. Siglos y
milenios, el ser humano lleva usando el arte como medio de manifestación de sus
emociones y reflejo de su sociedad del momento. Solo que aquí se vuelven al
servicio de la evasión y evitando el tedio absoluto generado por la situación
de confinamiento.
En
este confinamiento, hemos visto como los militares y policías “fuerzas del
orden”, han tomado las calles e incluso nuestra libertad, vigilan nuestros
pasos y nuestras acciones de forma diaria, con un importante repunte en las
partes de la tarde, y menos por las mañanas donde dentro la situación de
excepcionalidad, vemos un flujo de vida diario aparentemente normal. Fuerzas
que cuando llegan las 20:00 h., interrumpen su patrulla y también (se) aplauden
y ponen el himno de España desde sus automóviles.
Dentro
de este confinamiento, una de las cosas que indica totalmente que estamos en la
postmodernidad es la forma de comunicarnos entre los familiares. Al estar
aislados cada uno/a en sus domicilios, las redes sociales, forman parte como un
familiar más de nuestro día a día y refleja cómo nos comportamos y se comporta
la sociedad de nuestro alrededor o que se encuentra en una situación similar.
El
no poder trabajar, sobre todo de cara al público o evitar coger los medios de
transporte para ir al lugar de trabajo, han incentivado la aparición de la
modalidad, teletrabajo (Trabajar desde casa). Después de esta situación creo
que muchos empresarios/as verán esto como una posibilidad eficiente, barata y
eficaz y que en algunos casos podría ayudar a la conciliación familiar, o no.
Desde
nuestras casas y dentro de ellas, nos da la sensación a veces, de que el mundo
sigue y solo nosotros estamos haciendo esto, o que es una broma. Llegamos a la
performance colectiva y sobre todo con las ocurrencias y situaciones que se
están produciendo a día tras día en los hogares de todos/as y cada uno/a de nosotros/as.
Procesiones de semana santa desde los balcones, ejercicios físicos con los
rollos de papel higiénico y así, mil y una forma de desfogar el apetito
emocional que en muchos casos, se apagaba bebiendo en los pares de la esquina o
yéndose de tapas, antes de la cuarentena. El ahogo emocional ante una situación
de no escape. Un Escape Room sin
solución aparente, donde la norma principal, es la resistencia. Todo roza los límites
de la realidad y cuando lo veíamos en las películas era improbable que se
diese. Ahora se da y los límites de la realidad se han estrechado, tanto que
ahora estamos y somos eso, la realidad con sus aristas romas y delimitadas.
Casos
así provocan que la gente aburrida en casa se grabe cualquier cosa que hace,
prestándole más la atención a la necesidad del ser humano de ser escuchado y
que el arte en muchos casos deja explorar. Este fue el caso de María Rubio, una
egresada de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, que grabó un vídeo
donde se ve cambiando de acento cada vez que habla y describiendo un poco su
situación ante el confinamiento y considerándose ella misma en el video que
está loca por ser capaz de hacer eso o que el confinamiento la lleva a hacer
ese tipo de cosas. Se ha hecho viral. Esto es postmoderno. Lo efímero e
individual del arte. De esto, habrán pasado varios días. Seguramente nadie se
acuerda de ella.
Como
conclusión, creo que esta crisis generada por el Coronavirus o COVID-19, será
uno de esos hechos históricos como fueron las guerras mundiales o la
destrucción de las torres gemelas. Hechos globales que cambiaran la realidad
conocida hasta ahora. Cambios en la economía, cambios en la sociedad, cambios
en las formas de trabajar, cambios en las formas de educar, cambios por todos
lados, y seguro que muchos mejores, porque el ser humano aprende, y otros
muchos peores, porque en las crisis siempre hay desalmados/as intentando sacar
tajada.
Viernes, 3 de abril de 2020
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