JASA en la última visita que hizo a Joaquín en su domicilio
Hoy, a los 96 años de edad, nos ha dejado el fotógrafo decano de Úbeda, Joaquín. Desde aquí le damos las condolencias a su familia y muy especialmente quien esto firma.
Como sencillo homenaje a su persona a su labor en el mundillo de la fotografía local, vamos reproducir la biografía que aparece publicada en el libro TESTIGOS DE LA HISTORIA de JASA.
Joaquín López Sáez, nace en Úbeda el 11 de enero de 1924.
Los estudios primarios los realizó en el colegio de don
Cristóbal Cantero, en la plaza del Carmen. Al desencadenarse la guerra se
suspenden las clases y él entra en la farmacia del doctor Pérez Jiménez en el
Rastro y allí ayuda a la dispensación, tanto de medicinas como productos de
droguería.
Su primer contacto con el mundo de la fotografía lo tuvo a
los 15 años, dado que en diciembre de 1939 entró como aprendiz en el estudio
que Juan Baras tenía en la calle Real. Ayudaba en las tareas propias de esta
profesión, tanto dentro del propio estudio como cuando había que hacer trabajos
en la calle, como bodas, comuniones o reportajes industriales. Al cabo de dos
años, su jefe y maestro, le encomienda el primer reportaje de boda, una prueba
de fuego que superó con éxito sirviéndose de una cámara KODAK de la época (sin
fotómetro, ni telémetro) y con el flash de magnesio; éste sería su bautismo
como fotógrafo, sin embargo, la confirmación la obtendría con un reportaje en
el Santuario de la Virgen
de la Cabeza. Dichas
fotografías quedaron expuestas por un tiempo en sus vitrinas y Ventura, un
profesional ya consolidado, vaticinó que allí había madera de
artista. Fue desde entonces cuando recibió la confianza plena de Juan Baras Torres por
lo que percibiría –aparte de su sueldo- un tanto por ciento más.
Un día de 1949, y de la noche a la mañana, su jefe dejó el
estudio para marcharse a Venezuela, recayendo sobre él toda la responsabilidad
del negocio, auxiliado por un joven que había entrado como nuevo aprendiz que
se llamaba Gabriel Quesada “Chafallo”. Mari, la hermana de Juan, es quien se puso oficialmente al frente del estudio sin tener conocimientos previos de este
oficio, sólo tenía la capacidad innata heredada de su padre. Joaquín es quien
da las primeras nociones de fotografía a la nueva jefa. Ambos, junto al joven
Gabriel, sacaron el negocio adelante.
Pasados unos años y llegado el mes de febrero de 1952,
Joaquín decidió establecerse por su cuenta en un local que había quedado libre
en la misma calle y frente al teatro Ideal Cinema. Durante un mes, el fotógrafo
Ventura que estaba residiendo en Madrid, lo acogió en su domicilio mientras
que él adquiría todo el material necesario para montar su propio estudio. Allí,
en la calle Real, acogería como ayudante a su hermano menor llamado Paco.
En el año 1954, Joaquín decide abrir mercado en localidades
colindantes siendo la vecina villa de Jódar en la que abriera su segunda
galería, dado que esta localidad en esos años no había aposentado ningún
estudio estable. Y así fue, en la plaza del Generalísimo nº 13 (hoy plaza de
España) abrió el nuevo establecimiento.
Ocho años permaneció aposentado en la calle Real con el
nombre comercial de LÓPEZ SÁEZ, aunque luego lo cambiaría por JOAQUÍN, a pesar
de todo, el vulgo le seguía reconociendo por su apodo familiar “El Pollo”. En
1960 se trasladó en alquiler al número 21 de la calle Nueva (Obispo Cobos); en
sus bajos instalaría el estudio de fotografía y en la planta alta su vivienda
familiar. Dos años más tarde contrajo matrimonio y el negocio de Jódar se lo
cedió a su hermano Paco que se quedó allí a vivir.
Fueron catorce años los que mantuvo abierta la galería de la
calle Nueva, ya que en 1974 entró como jefe de tráfico en la estación de
autobuses ubetense y desde entonces dejó de ejercer “oficialmente” como
fotógrafo; aunque sus reportajes y algunos trabajos se mantuvieron activos por
mucho más tiempo.
Joaquín fue –durante varios años- corresponsal gráfico y
literario del periódico IDEAL de Granada. Las imágenes obtenidas con su cámara
de 16 milímetros ,
recogieron las noticias que se daban en la zona como corresponsal de TVE
durante doce años. La alternativa en este mundo de la imagen la recibe el mismo
día en que la tomó el torero local Carnicerito de Úbeda (10-03-1968). Sus
instantáneas fueron portadas en tres ocasiones del periódico sensacionalista EL
CASO. Llegó a ser el presidente local del Sindicato del Papel y Artes Gráficas
donde estaban acogidos los fotógrafos de su época; poco después sería nombrado
vocal provincial y más tarde ostentaría la presidencia provincial del Sindicato
de Fotógrafos y vicepresidente del de Papel y Artes Gráficas, convirtiéndose en
vocal a nivel nacional. Poseía el carné de Periodista Gráfico. Fue miembro
fundador de la AFU
y presidente de la misma durante unos años.
Durante su etapa como fotógrafo cosechó bastantes
reconocimientos, como los que le concedió la agencia EUROPA PRESS. También ha
conseguido que sus instantáneas sean el cartel oficial de la Semana Santa en tres ocasiones,
más otras dos compartidas con FOTO MADRID.
Su vida profesional está jalonada de numerosas anécdotas,
aunque sin lugar a dudas la que más se recordará en nuestra ciudad será la ocurrida
aquel Domingo de Ramos de 1954 cuando, a la salida del “Borriquillo”, él quería
hacer una instantánea del Paso con unas bellas nubes de fondo y en ese momento,
por un fallo en ruedas o frenos, el trono lo presionó contra la pared de la
rampa de la iglesia de la
Trinidad , dejando permanente huella en su rostro y en los
dedos de su mano derecha. El vulgo, ingenioso él, acuñó una frase jocosa que
perduró durante mucho tiempo y decía así: ¡El
“borrico” ha pillado al “pollo”!, su sobrenombre familiar.
JASA
Nota.- Cuando he ido a dar el pésame a la familia, me he enterado que su hermano Paco había fallecido el pasado verano. Descansen en paz ambos.
Paco López Sáez y JASA
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