El martes 5 de abril, 5 de los
Caballeros se reunieron para emprender una aventura por tierras del reino de
Castilla la Nueva. A las 7:30 de la mañana, hora de la cita, la climatología se
presentaba adversa y a punto estuvo la lluvia de hacer que abortáramos la
empresa. Bien es cierto que el arrojo de los caballeros, sobre todo de los más
experimentados, hizo que se llevara para adelante lo programado. Tras reponer
fuerzas para la jornada con un buen almuerzo de churros con chocolate, partió
la expedición –en el carruaje del Mercader- desde la Ciudad de Los Cerros del
reino de Jaén hacia la villa de Daimiel perteneciente a la jurisdicción de la
Ciudad Real. Durante todo el camino nos
acompañó la lluvia que luego –al llegar al destino- desapareció y no hizo acto
de presencia en toda la jornada.
El primer lugar nos presentamos
en el Museo Comarcal que era el punto de encuentro. Tras recorrer sus varias
salas en las que se muestra al visitante su historia, estando entre las cosas
de interés una amplia colección de cerámica procedente de muchos puntos de
España.
Mientras que se aproximaba la
hora de iniciar la excursión principal a la Motilla del Azuer, visitamos
brevemente la iglesia de San Pedro del s. XVI. Como curiosidad, que proviene de
siglos atrás, debemos decir que esta villa tiene su división eclesial en dos parroquias
y los bautizados en ésta se les denominan con el mote de “borregos” y los que
lo están en Santa María (que es la más antigua) con el de “chuchos”.
De regreso al museo y en los
sótanos, un guía nos hizo una introducción sobre lo que íbamos a ver. El
siguiente guía nos invitó para que le acompañásemos hasta el Land Rover que nos
llevaría al yacimiento arqueológico que se encontraba a unos kilómetros del
núcleo urbano. Conforme íbamos adentrándonos en la entrañas de aquella
milenaria edificación concéntrica
con carácter defensivo, íbamos
descubriendo este curioso lugar de la edad del bronce donde se han descubierto
que aquí se efectuaba y se controlaba una cierta actividad económica. Llama
especialmente la atención el singular espacio donde se encuentra el pozo y
según el guía corresponde al sistema hidráulico más antiguo de la península.
Todo en la jornada y en la visita acompañó, incluso el frió, que se hizo más
patente durante la estancia en el yacimiento...
Estas son algunas imágenes de la visita a la Motilla. Luego tuvimos tiempo de recorrer la villa de Daimiel y degustar sus platos típicos.