jueves, 29 de septiembre de 2011

MÁS ERRE QUE ERRE


¿Hasta cuándo vamos a dejar permitir que los proyectos que provengan de la Junta de Andalucía vulneren con sus construcciones lo que no está permitido para los demás ciudadanos? Véase las edificaciones levantadas en la calle Valencia esquina Juan XXIII, el edificio de la Casa de la Alberca, el construido en la Cuesta del Madroñal, o la oficina de rehabilitación de viviendas situada en la plaza del Ayuntamiento. Y que cada trozo de muralla restaurado tenga un diferente estilo o criterio.
No podemos dejar en el olvido el llagueado espantoso de los adoquines de algunas calles (Parras, Sagasta…). Si los técnicos no lo hacen bien, ahí tienen que estar los responsables municipales para exigirles que acometan correctamente su trabajo.
Y ya que estamos a ras del suelo con el deficiente empiedro que se hace, publicaremos por enésima vez el estado de abandono en que se encuentran buena parte de las alcantarillas o imbornales que hay en nuestras calles. Y esto nos lo hemos preguntado porque en muchos ya ha nacido vegetación y pudiera ser que dé pena ir en contra del medio ambiente. Muchos ubetenses recordarán que por estas fechas previas a feria y antes de que cayeran las primeras lluvias, un par de operarios municipales recorrían la ciudad de cabo a rabo para desatrancarlas y dejarlas limpias. Esta labor hace más de ocho años que no se lleva a cabo por eso de las competencias, y ya nos duele la boca de decírselo a sucesivos concejales responsables del área.
Nos quedan más cuestiones en el tintero, pero ahora vamos a hacer un descanso para disfrutar de la “recortada” “seccionada” y austera feria, mientras tanto, seguro que alguien aludido habrá tomado buena nota de las denuncias-sugerencias que hemos publicado durante estas once semanas y que su ejecución conllevaría un mínimo coste. Después, cargaremos las pilas y nos emplearemos a fondo en nuestra manifestación anual que por el mes de noviembre acude puntualmente a la cita. Nosotros no cejaremos en nuestro empeño reivindicativo y si hay que dar algún tirón de orejas a alguien, lo haremos, siempre con previo aviso.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Y NOSOTROS, ERRE QUE ERRE


Los “Veinticuatro” siempre estamos atentos a cuantas anomalías presenta nuestra ciudad, y para la subsanación de las mismas, lo manifestamos públicamente con el deseo de que nuestros mandatarios pongan oídos y lo remedien y de este modo nuestra ciudad ganará en belleza. Cierto es que algunas de nuestras denuncias han sido atendidas y se les ha puesto remedio, pero hay otras muchas que no. Por eso nosotros seguimos y seguiremos erre que erre y a ver qué pasa. Estas son algunas de las reivindicaciones anteriores que aún están en el aire sin la correspondiente enmienda:
Porque afean mucho, hay que cortar a ras del suelo y taponar los tubos rojos que han dejado en las calles que han arreglado. Ya que su cometido es, o era, para quitar el tendido eléctrico que cruza de acera a acera y que tanto las afea y contamina visualmente ¿a qué se está esperando para acometer esta empresa?
Hay que solucionar lo del negro tubo que cuelga en forma de tendedor en la calle Juan Ruiz González “Cárcel”. Así lleva casi un año.
Se deberían reponer las tejas rotas del caballete de la portada de la casa del regidor Medina que se halla entre la iglesia de Santa María y el estrambótico edificio de los Juzgados, pues ello está ocasionando grandes filtraciones de agua de lluvia y provoca manchas en la piedra, o ¿tal vez habrá que esperar a que se deteriore como está sucediendo desde hace tiempo en la Fuente de San Pablo?
Pensar en poner letreros nuevos que dan nombre a numerosas calles, tanto del centro como de la periferia, porque algunos de los actuales tienen equívocos de redacción y otros (un buen número) están sumamente deteriorados y no por el paso del tiempo, sino porque eran de mala factura. Pero si se acomete esta labor, estaremos rezando por ver qué buen criterio se emplea, no vaya a ser que nos sorprenda la nueva corporación con otro formato y otro color distinto, que cosas peores hemos visto y nos las hemos tenido que tragar.

lunes, 12 de septiembre de 2011

TRASPLANTAR EL LAUREL DEL HOSPITAL


A pesar de que a partir de este escrito tendremos algunos “enemigos” más (y puede que algunos amigos más), nos vamos a arriesgar y manifestar nuestra opinión y postura al respecto.
Los que componemos esta asociación caballeresca que defiende lo que compete al patrimonio urbanístico, también nos declaramos defensores del patrimonio “arbolístico”; pero todo en su justa medida. Defendemos que cada cosa debe tener su sitio y ocupar su lugar en el paisaje urbano, que convivan pero que no se entorpezcan. Pero si nos obligaran a poner en la balanza ambas cuestiones, nosotros nos declinamos por defender y perseverar la vida y el entorno monumental. Un árbol se puede plantar, trasplantar y cortar y al paso de unos años, volvería a estar frondoso; sin embargo un edificio no se puede trasplantar así como así.
Todo este planteamiento nos lleva a posicionarnos y reivindicar que se trasplante el hermoso ejemplar de laurel que oculta buena parte de la fachada principal del Hospital de Santiago y que se reubique, bien en el Parque Norte o en el patio trasero del mismo edificio. Esta será una campaña que nos llevará tiempo, pero de conseguirse, el consistorio se apuntaría varios tantos, uno por defender la vida de una especia arbórea y otro por dejar que luzca en todo su esplendor este bello Escorial de Andalucía.
Sabemos que los componentes del colectivo Plaza Vieja también le hicieron la misma propuesta al anterior equipo de gobierno y como resultaba ser muy costosa la tarea, ellos -con buena carga de ironía- aconsejaron entonces trasladar el Hospital. Nosotros, creemos que sería mejor trasplantar el laurel y puede que saliera algo más económico; sólo es cuestión de echar números.
Aconsejaríamos que este trabajo se hiciera por expertos y no por nuestros jardineros, ellos, mientras tanto, podrían limpiar la excesiva vegetación que hay delante de la muralla de la Redonda de Miradores, porque aquí sí podríamos emplear aquélla frase que dice: “La espesura de los árboles no nos deja ver el bosque”.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

AHORA ES EL MOMENTO


El edificio de las Antiguas Casas Consistoriales, que hoy alberga el Conservatorio Municipal de Música, tuvo sus inicios en 1501 cuando se adquieren dos casas para alzar una edificación que acogiera la sede del Concejo de la Ciudad. Once años después, es decir en 1512, la reina Juana “la Loca” manda que se construya una audiencia en Úbeda según la traza que diera el arquitecto Diego de Siloé. Tras sufrir algunas reformas en su primitiva configuración, es en la última cuando se decide añadirle la galería alta que tanta elegancia da al edifico convirtiéndolo de este modo en uno de los más bellos del Renacimiento español.

La mencionada galería se construyó para que los miembros del Concejo pudiesen presenciar desde esta magnífica balconada los acontecimientos festivos que tuviesen lugar en la plaza del Mercado o plaza de arriba. Para que quedara constancia de esta última intervención arquitectónica, mandaron labrar a lo largo de todo el friso de la primera planta, una inscripción donde suponemos que pondría (o pondrá) los nombres de quiénes gobernaban por aquellos tiempos nuestra ciudad y bajo el mandato de qué rey se levantó, etc. Dicha trascripción -hasta la fecha- no ha podido ser descifrada por ningún historiador, dado que el relieve de las letras se ha deteriorado mucho con el paso del tiempo.

Nosotros, desde aquí, queremos sugerir que ahora es el momento de descubrir cuál es el texto íntegro debido a que –por fin- se está interviniendo en la fachada principal y las cubiertas del edificio.

No debe ser muy costoso remarcar el labrado de las letras, incluso dándole un poco de color (granate o rojo) del mismo modo que están en otras edificaciones de época coetánea y de similar estilo que se encuentran diseminadas por la geografía nacional; y es más que probable que en sus orígenes así estuviese, labrada y pintada la leyenda. Sin duda alguna esta sencilla y simple actuación realzaría muy mucho a belleza singular de la fachada de este monumento. Por esta razón decimos desde aquí que ¡AHORA ES EL MOMENTO!